El cohete ruso Soyuz ha despegado esta mañana desde una estepa de Asia central, lanzando al espacio al millonario científico estadounidense Gregory Olsen y a su tripulación, los miembros de la Expedición 12, formada por rusos y estadounidenses.
El cohete fue lanzado al cielo, dejando una estela brillante amarilla y rosa, a las 7:55 horas de Moscú, cuando las familias y amigos de los tripulantes, tanto de los oficiales espaciales rusos como de los norteamericanos, observaban desde una plataforma cercana.
Allí permanecieron durante un largo tiempo hasta que sólo la estela del cohete podía divisarse, catapulados hacia su jornada en a una jornada de dos días en la Estación espacial Internacional.
Poco antes del vuelo, Olsen ha defendido su presencia en la expedición ruso-norteamericana como un paso necesario en la evolución de los vuelos espaciales. "Espero que mi vuelo ayude impulsar otras expediciones espaciales de forma más rutinaria", comentó a la agencia Associated Press en una entrevista telefónica.
Olsen ha invitado a 35 parientes y amigos, incluido su nieto, para que vean en Baikonur el lanzamiento de la Soyuz y el comienzo de su aventura espacial. "No creo que sea un riesgo viajar a la ISS", comentó Olsen en la Ciudad de las Estrellas, donde realizó su entrenamiento como astronauta. "Las Soyuz tienen una excelente reputación por su seguridad", dijo.
Olsen, de 60 años y graduado en física y ciencia de materiales, es cofundador de Sensors Unlimited, una compañía de cámaras infrarrojas con sede en Nueva Jersey.
El científico ha pagado cerca de 20 millones de dólares por participar en el vuelo de la Expedición 12 a través de un acuerdo alcanzado con la empresa de Virginia Space Adventures.
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